CICLO DEL CARBONO
El ciclo básico comienza cuando las plantas, a través de la fotosíntesis, hacen uso del dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera o disuelto en el agua. El carbono pasa a formar parte de los tejidos vegetales en forma de hidratos de carbono, grasas y proteínas, y el óxigeno es devuelto a la atmósfera o al agua mediante la respiración. Así, el carbono pasa a los herbívoros que comen las plantas y de ese modo utilizan, reorganizan y degradan los compuestos de carbono. Gran parte de éste es liberado en forma de CO2 por la respiración, como producto secundario del metabolismo, pero parte se almacena en los tejidos animales y pasa a los carnívoros, que se alimentan de los herbívoros. En última instancia, todos los compuestos del carbono se degradan por descomposición, y el carbono es liberado en forma de CO2, que es utilizado de nuevo por las plantas.
INTERCAMBIOS AIRE-AGUA
A escala global, el ciclo del carbono implica un intercambio de CO2 entre dos grandes reservas: la atmósfera y las aguas del planeta. El CO2 atmosférico pasa al agua por difusión a través de la interfase aire-agua. Si la concentración de CO2 en el agua es inferior a la de la atmósfera, éste se difunde en la primera, pero si la concentración de CO2 es mayor en el agua que en la atmósfera, la primera libera CO2 en la segunda. En los ecosistemas acuáticos se producen intercambios adicionales. El exceso de carbono puede combinarse con el agua para formar carbonatos y bicarbonatos. Los carbonatos pueden precipitar y depositarse en los sedimentos del fondo. Parte del carbono se incorpora a la biomasa (materia viva) de la vegetación forestal y puede permanecer fuera de circulación durante cientos de años. La descomposición incompleta de la materia orgánica en áreas húmedas tiene como resultado la acumulación de turba. Durante el periodo carbonífero este tipo de acumulación dio lugar a grandes depósitos de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas.
RECURSOS TOTALES DE CARBONO
Los recursos totales de carbono, estimados en unas 49.000 gigatoneladas (1 gigatonelada es igual a 109 toneladas), se distribuyen en formas orgánicas e inorgánicas. El carbón fósil representa un 22% del total. Los océanos contienen un 71% del carbono del planeta, fundamentalmente en forma de iones carbonato y bicarbonato. Un 3% adicional se encuentra en la materia orgánica muerta y el fitoplancton. Los ecosistemas terrestres, en los que los bosques constituyen la principal reserva, contienen cerca de un 3% del carbono total. El 1% restante se encuentra en la atmósfera, circulante, y es utilizado en la fotosíntesis.
ADICIONES A LA ATMÓSFERA
Debido a la combustión de los combustibles fósiles, la destrucción de los bosques y otras prácticas similares, la cantidad de CO2 atmosférico ha ido aumentando desde la Revolución Industrial. La concentración atmosférica ha aumentado de unas 260 a 300 partes por millón (ppm) estimadas en el periodo preindustrial, a más de 350 ppm en la actualidad. Este incremento representa sólo la mitad del dióxido de carbono que, se estima, se ha vertido a la atmósfera. El otro 50% probablemente haya sido absorbido y almacenado por los océanos. Aunque la vegetación del planeta puede absorber cantidades considerables de carbono, es también una fuente adicional de CO2.
El CO2 atmosférico actúa como un escudo sobre la Tierra. Es atravesado por las radiaciones de onda corta procedentes del espacio exterior, pero bloquea el escape de las radiaciones de onda larga. Dado que la contaminación atmosférica ha incrementado los niveles de CO2 de la atmósfera, el escudo va engrosándose y retiene más calor, lo que hace que las temperaturas globales aumenten en un proceso conocido como efecto invernadero. Aunque el incremento aún no ha sido suficiente para destruir la variabilidad climática natural, el incremento previsto en la concentración de CO2 atmosférico debido a la combustión de combustibles fósiles sugiere que las temperaturas globales podrían aumentar elo
CICLO DEL CARBONO
Desde su evolución el hombre ha explotado los bosques para obtener fibras, alimento y combustible. Sabemos que los bosques albergan una gran porción de la diversidad biológica de la tierra y que son componentes importantes de los ciclos globales de carbono e hidrógeno.
Durante las décadas de 1970 y 1980 empezó a quedar cada vez más claro que los recursos naturales estaban dilapidándose en nombre del «desarrollo». Se estaban produciendo cambios imprevistos en la atmósfera, los suelos, las aguas, entre las plantas y los animales, y en las relaciones entre todos ellos. Fue necesario reconocer que la velocidad del cambio era tal que superaba la capacidad científica e institucional para ralentizar o invertir el sentido de sus causas y efectos. Estos grandes problemas ambientales incluyen:
![]() |
El calentamiento global de la atmósfera (el efecto invernadero), debido a la emisión, por parte de la industria y la agricultura, de gases (sobre todo dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y clorofluorocarbonos) que absorben la radiación de onda larga reflejada por la superficie de la tierra. |
![]() |
El agotamiento de la capa de ozono de la atmósfera, escudo protector del planeta, por la acción de productos químicos basados en el cloro y el bromo, que permite una mayor penetración de rayos ultravioletas hasta su superficie |
![]() |
La creciente contaminación del agua y los suelos por los vertidos y descargas de residuos industriales y agrícolas. |
![]() |
El agotamiento de la cubierta forestal (deforestación), especialmente en los trópicos, por la explotación para leña y la expansión de la agricultura. |
![]() |
La pérdida de especies, tanto silvestres como domesticadas, de plantas y animales por destrucción de hábitat naturales, la especialización agrícola y la creciente presión a la que se ven sometidas las pesquerías. |
![]() |
La degradación del suelo en los hábitat agrícolas y naturales, incluyendo la erosión, el encharcamiento y la salinización, que produce con el tiempo la pérdida de la capacidad productiva del suelo. |
Actualmente, la deforestación de casi 17 millones de hectáreas por año causa emisiones anuales a la atmósfera de 1.8Gt de carbono como dióxido de carbono, gas que mayor contribución tiene en el Calentamiento Global. Esto representa el 20% del total de dióxido de carbono emitido por el hombre.Sin embargo, cuando los bosques son renovados o conservados pueden servir como depósitos para el dióxido de carbono. Por lo tanto, los usuarios de combustible fósil que contribuyen a la preservación o establecimiento de bosques pueden llegar a reducir sus tasas de emisión de gas, disminuyendo los causantes del efecto invernadero. El concepto de la captura de Carbono debe ser comprendido para que podamos, realizar proyectos que mitiguen estas situaciones. La Captura de Carbono por medio de la forestación y preservación posibilita una racionalidad económica que permite reducir el calentamiento global y preservar los recursos forestales.
El concepto de captura de carbono normalmente se relaciona a la idea de almacenar reservas de carbono en suelos, bosques y otros tipos de vegetación, donde dichas reservas están en peligro inminente de ser perdidas. También se promueve el incremento de las reservas de carbono por el establecimiento de nuevas plantaciones forestales, sistemas agroforestales y la rehabilitación de bosques degradados.
Conservación, reforestación y un manejo optimizado de la administración de bosques son los principales métodos mediante los cuales el carbono atmosférico puede ser capturado.
En teoría, el efecto de la captura por procesos de forestación puede ser cuantificado estimando el almacenamiento de carbono en la biomasa de la tierra y los productos de madera.
Este proyecto forma parte de un gran esfuerzo por contrarrestar las emisiones de gases de invernadero cuyas implicaciones globales amenazan el equilibrio térmico de la tierra. Todos somos responsables en cierta medida. Mediante nuestro proyecto tenemos una opción para revertir este proceso.
El equilibrio térmico propio del planeta depende del balance de radiación del sistema Tierra-Atmósfera y se mantiene gracias a complejas transferencias energéticas entre la superficie terrestre y la atmósfera. En el balance de radiación desempeña un papel esencial la atmósfera, con su función de doble filtro, tanto de la radiación solar incidente como de la radiación terrestre emitida como resultado de este filtro, un 47% de la radiación solar incidente en lo alto de la atmósfera no llega a la superficie terrestre y tan solo un 8% de la radiación terrestre se pierde en el espacio.
Tres componentes de la atmósfera se destacan como principales responsables de este fenómeno: el dióxido de carbono (ver ciclo del carbono) el metano (CH4) y el ozono. Los dos primeros absorben, sobre todo, la radiación infrarroja, y la energía obtenida en este proceso se utiliza en el calentamiento de la troposfera. El ozono por su parte, absorbe principalmente la radiación ultravioleta en las capas altas de la atmósfera, impidiendo que aquella llegue a la superficie terrestre y evitando, de este modo, sus efectos letales, que afectarían a cualquier forma de vida sobre la tierra.Pero debido al uso de combustibles fósiles y a otros procesos industriales que llevan a una acumulación de gases invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y clorofluorocarbonos) en la atmósfera, se presente un aumento de la temperatura en la superficie terrestre.
Desde 1986 se sabe que el dióxido de carbono ayuda a impedir que los rayos infrarrojos escapen al espacio, lo que hace que se mantenga una temperatura relativamente cálida de nuestro planeta: efecto invernadero. La cuestión es si los crecientes niveles de dióxido de carbono registrados a lo largo del último siglo llevarán a un aumento de la temperatura global, lo que podría producir inundaciones costeras (por la subida del nivel del mar) e importantes cambios climáticos, con graves implicaciones para la productividad agrícola. Desde 1850 se ha producido un incremento medio de la temperatura global de mas o menos 1 ºC, pero éste podría ser sólo parte de una fluctuación natural. Tales fluctuaciones se han registrado durante decenas de miles de años, y se producen en ciclos a corto y a largo plazo. La dificultad de distinguir las emisiones de dióxido de carbono de origen humano de las naturales es una de las razones por las que tanto ha tardado en legislarse su control. No obstante, las consecuencias potenciales del calentamiento global son tan amenazadoras que muchos prestigiosos científicos han urgido la adopción de medidas inmediatas y han solicitado la cooperación internacional para combatir el problema.
Proyectos
P A A. Plan de Acción Ambiental » Cerro El Encanto»
Captura de Carbono ( CO2 )